Somisa fue fundada con el objetivo de abastecer de acero nacional a la industria argentina. Su crecimiento acompañó, con desfasajes, el desarrollo del proceso conocido como «segunda etapa de la Industrialización por Sustitución de Importaciones». De esta manera el Estado asumió como propia la tarea del autoabastecimiento, a los fines de desacoplar la producción siderúrgica nacional de los vaivenes de la balanza comercial y del mercado internacional.
Leemos en la Revista Acero, House Organ de Somisa publicado entre los años 1975 y 1982, sobre los Planes de Expansión de Somisa:
La Planta General Savio, tal como fue concebida originalmente y construida en su primera etapa, y que quedó esencialmente completada en 1962/63, tenía una capacidad de producción de 632.000 t/a de acero líquido, equivalente a 450.000 t/a de productos para la venta. Contaba con las siguientes unidades productivas: las baterías de coque N° 1 y 2, el alto horno N° 1 con una capacidad de 1500 t/d, 4 hornos Siemens Martin, 12 fosos de igualación de temperatura, y prácticamente los mismos equipos de laminación que en la actualidad, si bien con algunas limitaciones.
Esa concepción orginal de la planta preveía dos etapas de ampliación, la primera a aproximadamente 1.200.000 t/a de acero líquido, y la segunda a 2.000.000 t/a. Cada etapa incluía la construcción de un nuevo alto horno, aumento de capacidad de acería y de laminación.
Sin embargo, ya en los años 1960/61 quedó patente que el desarrollo del mercado exigía apartarse de la programación original y establecer un programa intermedio urgente llamado «Crash program», que permitiera aumentar la producción de acero por mayor consumo de chatarra. En cumplimiento de este programa se construyó el quinto horno Siemens Martin y cuatro fosos de igualación de temperatura: 1962/63.
Debido a la difícil situación económica que atravesó el país en 1963, el programa fue temporariamente interrumpido y reiniciado en 1964, con un programa más ambicioso, llamado «Plan 1.100.000 t/a», para producir esta cantidad de acero propio, y además relaminar una cierta cantidad de planchones importados, para producir aproximadamente 1.140.000 t/a de productos para la venta. Este plan se completó en 1969.
En forma simultánea con el desarrollo del Plan 1.100.000 t/a, y en vista de la creciente demanda del mercado, se encaró otro plan, para llevar la capacidad de la planta hasta 2.000.000 t/a de acero líquido, cantidad aumentada en 1968 a 2.500.000 t/a.
Junto con el Plan 2.500.000 t/a, se estimó también que la capacidad final de la planta podría legar a un valor comprendido entre 4.000.000 y 5.000.000 t/a. Como se puede observar, la máxima capacidad de la planta se fijó en más del doble de la fijada en el planeamiento original.
El Plan 2.500.000 t/a incluyó, como unidades fundamentales, las baterías 3 y 4 de coquización, el alto horno N° 2, la Acería LD y Colada Continua, modificaciones diversas en el área de laminación, y extensión de los servicios.
Las construcciones correspondientes a este plan concluyeron en 1974.
Dadas las favorables condiciones de demanda a principios de la década del ’70, con previsión de crecimiento sostenido, se encaró la confección de otro plan de ampliación, para llevar la planta hasta aproximadamente 4.000.000 t/a, presentado para aprobación a la Dirección General de Fabricaciones Militares en octubre de 1972, y aprobado en enero de 1973.
Este plan se basaba en el aprovechamiento al máximo de los dos Altos Hornos existentes, en la ampliación de la Acería LD, en la instalación de un nuevo Laminador de Desbastes Planos, y de un Laminador de Chapa Ancha.
En cumplimiento de este Plan, SOMISA realizó diversas adjudicaciones de provisiones y obras, tanto de origen nacional como extranjero.
A medida que SOMISA profundizaba sus estudios, surgieron serias dudas con respecto a diversos puntos del informe del Plan de Expansión mencionado anteriormente, especialmente en el área de producción de arrabio y en el mercado disponible para los productos laminados en caliente no planos (palanquillas).
Por lo tanto, se encaró una revisión completa de todo el Plan, tomando como premisa el objetivo fundamental del informe original, o sea, la producción real de alrededor de 4.000.000 t/a de acero.
A los fines precedentes se contrató como asesora a Nippon Steel Corporation de Japón, firma de reconocida solvencia internacional en el campo técnico y operativo de la industria siderúrgica.
El plan elaborado sobre la base de este estudio fue presentado a la Dirección General de Fabricaciones Militares el 12 de agosto de 1978.
Posteriormente se contrató a la firma U.S. Steel Engineers and Consultants, subsidiaria de la U.S. Steel, la ejecución de la evaluación económica.
Los resultados de la misma indicaron la conveniencia de estudiar algunas alternativas que sin cambiar el objetivo de alcanzar un nivel de producción de alrededor de 4.000.000 t/a de acero, mejorará la rentabilidad del proyecto.
De las distintas alternativas analizadas, la más conveniente, y que SOMISA adoptó finalmente, fue presentada a la Dirección General de Fabricaciones Militares el 19 de setiembre de 1979.
En la elaboración de estas alternativas se contó con la colaboración de diversas firmas de renombre mundial en la materia, tales como Nippon Steel Co., Mitsubishi Heavy Industries e Ishikawajima Harima Heavy Industries de Japón. U.S. Steel Engineers and Consultants de EEUU, Schloemann-Siemag Sack y Demag de Alemania, Concast de Suiza, Davy-Loewy de Inglaterra, Sofresid de Francia, aparte de consultoras y reparticiones nacionales.
En la actualidad la Empresa cuenta con un plan flexible, permanentemente actualizado técnica y económicamente, que le permite adaptarse a las condiciones y requerimientos del mercado, y cuya implementación, por etapas, cubre por lo menos los próximos 8 años. (Revista Acero N° 34, Planta Gral. Savio, abril 1981)
Para un estudio cortito sobre la Revista Acero se puede leer un trabajo que hicimos con Andrés Carminati, publicado acá.